Ella no es la clase de chica de la que hombres como tú suelan
enamorarse. Ni ninguna clase de hombre. Ella es esa a la que llamas un
domingo cuando quieres pasártelo bien, a la que le subes la falda en las
fiestas, y te la llevas detrás de una roca en la playa a escondidas,
para que ni tu novia, ni sus amigas os vean. Pero para ti, ella es la
que te hace sonreír más que nadie, a la que le cuentas tus problemas,
que la llamas a las tantas de las noche, se pone un abrigo y sale a dar
un paseo contigo, para que puedas desahogarte, como no puedes hacer con
nadie más. Ella es esa a la que le hechas en cara la manera en la que
trata, y se deja tratar por hombres, aún siendo consciente, de que tan
solo lo hace, porque siente, siente mucho, por un solo hombre, y eso la
mata cada día un poco. Ella es con la que te sientes tú mismo, con la
que no tienes que aparentar ser alguien que no eres. Porque a ella es a
la que no le importa la clase de ropa que lleves, los amigos que tengas o
quienes sean tus padres. Ella es la que te quiere, por cómo eres, y
nada más, aunque haya mil y un cosas de ti que no le gustan. Es la que
está ahí, siempre, pase lo que pase-aunque pase mucho tiempo. De la que
te distancias dos meses, y al siguiente volvéis a ser los amigos que
siempre habéis sido. Y ella es esa que te dejo ser el primero, y tu eso
nunca lo vas a olvidar. A la que guardas en un cajón, porque piensas que
siempre que la vayas a necesitar va a estar ahí. A la que miras, y
tienes ganas de explorar. Ella es con la que comparas a todas las demás.
A la que quieres, pero sabes que nunca vas a tener del todo. Porque
para ella su todo no eres tú, y es otro. Con ella haces pactos que nunca
cumples. Ella es a la que ves llorar por hombres que no eres tú, y hace
que te enfades. Pero aunque la quieras, aunque tú y ella es lo que
todos esperen, y aunque ella te quiera, no estás enamorado. Y te jode,
porque si lo estuvieras, todo sería perfecto. Sí ella lo estuviera. Pero
no es así. Con ella pasarás los mejores momentos de tú vida, es así.
Pero eso nunca te va a bastar. Y a ella tampoco. Porque te joda lo que
te joda, su corazón pertenece a otro.
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